Rionansa
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Rionansa es un importante cruce de caminos en Cantabria, una vía de comunicación que conecta el valle del Nansa con el valle del Saja, Liébana, la meseta y la costa occidental. Cuenta con 16 localidades en su territorio: Arenas, Las Bárcenas, Cabrojo, Celis, Celucos, Cosío, La Cotera, La Herrería, Obeso, Pedreo, Los Picayos, Riclones, Rioseco, Rozadío, San Sebastián de Garabandal y Puentenansa. ¿Sabes que Rionansa es uno de los municipios que más tesoros esconde bajo tierra en la comarca? Por un lado está la cueva El Soplao, un tesoro geológico compartido con los municipios de Herrerías y Valdáliga. Y por otro las cuevas del Moro Chufín, Micolón y Porquerizo, que fueron habitadas por el hombre en la Prehistoria, dejando su huella en forma de pinturas y grabados. Tanto la cueva de Chufín como El Soplao están abiertas al público, y su visita es altamente recomendable. En lo que se refiere a la arquitectura, destaca la torre de Rubín de Celis o de Obeso, del siglo XIV, el puente de La Herrería del siglo XVIII, en Celis y casonas de los pueblos de Cosío, Celis o San Sebastián de Garabandal. Por último, en una zona rural no podía faltar la ganadería y con ella la Feria de San Miguel, un referente en toda la comarca. ¿A que apetece una visita a Rionansa? A continuación de desvelamos los apartados de IMPRESCINDIBLES y EXPLORANDO donde encontrarás más datos y curiosidades que harán más amena tu visita:
Si quieres vivir la experiencia de volver a la Prehistoria ¡visita la cueva de Chufín! Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008. Se encuentra en Riclones, junto al embalse de Palombera, donde confluyen el río Lamasón o Tanea con el río Nansa, un paraje que ¡te dejará boquiabierto! En su vestíbulo verás grabados de ciervas, bisontes y signos con más de 15500 años a.C. de antigüedad. Para ver su interior, deberás poner casco y rodilleras porque hay que gatear unos 4 metros. Una vez dentro, se abre una cavidad con un pequeño lago y pinturas rojas en sus paredes. El final de la visita no te lo contamos… ¡debes sentirlo!
Cosío es lugar de encuentro entre los ríos Vendul y Nansa. En sus cauces hubo molinos hidráulicos y una ferrería. Sus casas y casonas bien podrían ser un catálogo de arquitectura montañesa: en sus calles encontramos edificios del siglo XVII como la de los Cosío, conocida como La Torre por su aspecto defensivo, o la iglesia de San Miguel; y casonas del siglo XVIII como la Casa de La Panda. En 2016 recibió el título de Pueblo Bonito de Cantabria.
Garabandal es conocido como destino religioso debido a las apariciones Marianas en los años 60 de siglo XX. Cuatro niñas afirmaron haber presenciado la aparición del Arcángel San Gabriel y la Virgen María. Llegan peregrinos incluso desde Estados Unidos y Canadá. Por otro lado, San Sebastián conserva buena arquitectura montañesa de los siglos XVII y XVIII. Más información visita San Sebastián de Garabandal
Puentenansa es cruce de varios caminos como el que une el valle del Nansa con Lamasón por el Collado de Ozalba o Jozalba. Un poco antes de coronar Ozalba, está el área recreativa de La Tejera. Desde ese lugar, verás una panorámica de varias montañas como la Sierra del Escudo de Cabuérniga y la Collada de Carmona y los pueblos de Obeso, Puentenansa, Rioseco, Pedreo y Carmona.
Los municipios de Herrerías, Rionansa y Valdáliga comparten todo un mundo subterráneo, la cueva El Soplao. A principios de siglo XX, un grupo de mineros descubre El Soplao cuando buscaban mineral de zinc. Su riqueza geológica es su mayor atractivo. Espeleotemas como estactitas, estalagmitas, coladas y columnas recubren la cueva aunque son las excéntricas las más llamativas e impresionantes. Hay 3 tipos de visita:
¿Qué mejor forma para conocer las tradiciones que ir de fiesta? En la feria de San Miguel, el 29 de septiembre se dan cita ganado, folclore y tradición. El lugar de encuentro es el “Prao Socoyo”, situado en la CA – 281, entre Puentenansa y Cosío. La mayor parte del ganado vacuno son vacas de raza tudanca, autóctonas de Cantabria, aunque al encuentro también acuden otras razas charolesa, mixta, limusina, pardo alpina, asturianas del valle y de la montaña. Durante la jornada se organizan diversas actividades como mercado de productos artesanos, concurso de arrastre, festival de canción popular, romería y verbena.
Añadimos otras propuestas interesantes dentro municipio de Rionansa.
Las aguas del río Nansa han sido aprovechadas durante siglos para hacer funcionar molinos, batanes y ferrerías y ya en el siglo XX, para mover turbinas y producir electricidad. Es uno de los ríos más modificados por la mano del hombre con la construcción de embalses, azudes y saltos a lo largo de su cauce. En Rionansa hubo molinos hidráulicos de los que se conserva algún vestigio como el molino de Jacoba en Cosío. Hay dos centrales hidroeléctricas: en Rozadío y Celis. La central de Rozadío tiene un canal de 13 km y capta las aguas del embalse de La Lastra. Es la central principal que recoge la electricidad de los otros saltos para distribuirla a Torrelavega y Los Corrales de Buelna. La central de Celis se inauguró en 1952 y su canal es de 10 kilómetros.
Antes de llegar a San Sebastián de Garabandal, hay una pista a la derecha que sube hasta el pie de la sierra de Peña Sagra y los invernales de Tánago. Ese un paisaje increíble esconde varias joyas: menhires y estructuras megalíticas de finales del Neolítico y del Calcolítico. Entre ellos, el más singular es el ídolo del Hoyo de La Gandara, una roca de origen glaciar que se encuentra junto al canal artificial. En la cara este, que mira hacia Peña Sagra, hay grabados motivos geométricos. Altamente recomendable tanto el paisaje como la simbología del lugar.
El puente de La Herrería está en la carretera que une Celis y Riclones, en La Herrería. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 2004. Es una construcción del siglo XVIII que fue financiada con 8000 pesos fuertes por el indiano Juan Gutiérrez Rubín de Celis desde México. Si lo visitas, verás que tiene a la mitad un santuco con el Corazón de Jesús. Los santucos eran pequeños edificios con imágenes religiosas, que se colocaban en torno a caminos principales. Eran como el modo de proteger el alma de los caminantes.
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CUEVA DE CHUFÍN
Cuenta una leyenda que el Moro Chufín escondía un tesoro en su interior. Nadie lo encontró y si alguien lo hizo, se lo cayó. 
Para más información y reservas visita: 
COSÍO
CUEVA EL SOPLAO
FERIA DE SAN MIGUEL
