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En este apartado lo que se pretende es que conozcas algunas cosas nuestras, donde se mezcla de deporte rural, profesiones y tradiciones tanto de mar como de tierra. Tenemos la fortuna que es historia viva y aún es posible que tú, como viajero, tengas la oportunidad de conocerlas de primera mano:
BOLOS
Igual que hoy se juega al fútbol o baloncesto, en los pueblos el deporte que se juega son los bolos. Hay diferentes modalidades como bolo pasiego, pasabolo tablón, pasabolo losa o bolo palma, la más extendida. Los jugadores se organizan en peñas bolísticas que juegan en diferentes ligas y competiciones reguladas por la Federación Cántabra de Bolos. Los elementos principales son: la bolera, los bolos, las bolas y por supuesto, los jugadores. En el mundo bolístico destaca una gran figura en la comarca, Rogelio González “El Zurdo de Bielva”. Nació en La Habana, como muchos hijos de emigrantes. Cuando tenía 1 año, su familia viene de Cuba a Bielva. Desde muy pequeño comienza a jugar a los bolos. Fue un adelantado a su tiempo porque, a pesar de no tener una figura atlética, supo trabajar la fuerza mental y sacar partido a su técnica, como hacen los deportistas de élite hoy en día. En Bielva, se recuerda al Zurdo con un busto junto a la bolera y el Memorial que se celebra cada año.
Como curiosidad, en su vida cotidiana, Rogelio era diestro pero aprendió a jugar a los bolos con ambas manos. Finalmente se inclinó a jugar con la izquierda, lo que le dio el apodo de “El Zurdo de Bielva”. Así que ni era zurdo, ni era de Bielva. Junto al Zurdo, Saja Nansa ha dado grandes jugadores como Calixto García y Tete Rodríguez.
Los bolos fueron declarados Bien de Interés Inmaterial. Te dejamos un enlace en el que verás algunas imágenes aunque lo más característico es su sonido, el choque de madera con madera.
Juego de los Bolos
Si quieres ver una partida de bolos, a partir de San José muchas peñas comienzan a entrenar en las boleras. Es frecuente que en lugares como Roiz, Comillas, Ruente, Bielva o Treceño veas jugar a la gente del pueblo en las tardes de verano.
ALBARCAS
Son un tipo de zuecos de madera que se usan para salir a la calle y aislar los pies del agua y la humedad. En cada lugar, las albarcas tienen una forma y una decoración propia. La madera para hacer las albarcas se corta en cuarto menguante para que sea más resistente y se llaman tajos. Puede ser de abedul (las mejores), alisa, nogal, haya preferentemente, aunque se puede utilizar de otras maderas. Una vez que tenemos el tajo, comienza la labor minuciosa de hacer las albarcas:
1. Dar forma a la madera. Primero se hace con un hacha, lo más basto, y luego se continúa con la azuela.
2. Vaciar el hueco donde irá el pie. Los utensilios que se usan son el barreno y la legra.
3. Lijado y decoración de la albarca. Las filigranas que tiene el calzado va a depender si es para hombre, que son más sobrias, o para mujer, más elaborada.
4. Secado. Se secan de pie y a la sombra porque si las ponemos al sol, la madera seca muy rápida y se agrieta.
Carmona es conocida como la Flor de los Albarqueros ya que había muchos artesanos que se dedicaban a la fabricar albarcas para su venta en ferias y mercados. Hoy en día quedan pocos pero si paseas por Bárcena Mayor, Renedo de Cabuérniga, Carmona o en Lamasón puede que encuentres algún artesano con las manos en la madera. Te dejamos un video explicando la historia y el proceso de fabricación:
Hilario el albarquero ¿cómo se hacen las albarcas?
REDERAS
Cuando hablamos de la mar, la asociamos a la profesión de pescador. En la pesca de cerco, su aparejo esencial es la red. Hay veces que debido a corrientes, una mala maniobra o el peso del banco de peces que atrapa, la red se rompe. Cuando vuelven a puerto, previo aviso del patrón, las rederas esperan su llegada. Ellas serán las encargadas de arreglar con mucha paciencia y maña, la rotura o “avería” como se llama en el argot marinero. El paño o malla antaño eran de cáñamo o algodón, hoy en día se usan fibras sintéticas como el nailon. Las redes no se miden por metros sino en brazas, que equivalen a 1,70 m. cada braza. En la costera del verdel (caballa o sarda) o el bocarte (o boquerón), es cuando más trabajo tienen las mujeres. Es un empleo inestable y cada vez con menos futuro: hay menos barcos y las redes son cada vez más resistentes. En San Vicente de la Barquera, ha surgido una iniciativa para reciclar esas redes una vez quedan en desuso y para continuar con una actividad paralela a la profesión propiamente dicha: RED ERA. En este proyecto de ecodiseño, se reciclan las redes para hacer elementos de decoración, bolsos, mochilas etc. El siguiente video te cuenta más a fondo sobre este proyecto:
RED ERA La historia de las rederas de San Vicente de la Barquera
EL RABEL O LA BANDURRIA
El rabel, o como es llamado en Polaciones la bandurria, es un instrumento que forma parte de su historia cultural. En los años 80 de siglo XX, estuvo a punto de desaparecer. Gracias a que en Campoo y Polaciones aún quedaba gente que sabía tocarlo, se consiguió recuperar esta tradición. La bandurria era un instrumento que se tocaba en las cocinas, cuando la gente se reunía en la Hilas o Jilas,* sobre todo en los fríos inviernos.
Si quieres vivir la experiencia de escuchar este instrumento acompañado de trovas, debes apuntar dos fiestas: El Encuentru, que se celebra el sábado más cercano a San Juan, y el Certamen de Rabel en Pejanda, el último sábado de agosto.
*Hilas o jilas, reuniones vecinales nocturnas que, en principio tenía como fin sacar el hilo de la lana o del lino.
El rabel, o bandurria es de madera y tiene dos cuerdas que se hacen sonar con un arco de cuerda frotada. Las cuerdas de la bandurria y las del arco, tradicionalmente estaban hechas con ¡pelo de cola de caballo!
En Tresabuela nació Pedro Madrid, rabelista y profesor en la escuela de Floklore de Torrelavega. Participó con el rabel en la banda sonora de la película “Los Santos Inocentes” de Mario Camus.
En Cabuérniga, concretamente en Sopeña, vive un luthier. David López es un artesano de la música, sus manos crean rabeles, gaitas, ocarinas, pitos... Recientemente, ha creado junto a otros artesanos, un conjunto de instrumentos musicales hechos con la madera del Cajigu Cubilón, un roble centenario y emblemático de Monte Aa.
GARAUJA
En los pueblos del Saja llaman garauja al conjunto de aperos de labranza y utensilios para el hogar fabricados en madera. Durante los largos inviernos, como anochecía pronto y el ganado estabulado en las cuadras, había tiempo para ponerse manos a la madera y fabricar bieldos, cebillas, rastrillos o cucharones. Cuando llegaba el verano, cargaban el carro y ponían rumbo a Castilla. Lo vendían o hacían el trueque por lentejas, harina de trigo o vino en las ferias y pueblos. Como curiosidad, sabían con anticipación de la llegada de los "montañeses" con la garauja por el soniquete de las ruedas de los carros chillones.
Hoy en día, aún se puede ver algún artesano trabajando la madera en Bárcena Mayor o en Los Tojos aunque ya su fin es el visitante por regla general.
Hay otras muchas tradiciones como son las marzas, la magosta, el trabajo de la lana o la cantería que forman parte de lo nuestro, de nuestras raices.
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